Un extraterrestre fuera de serie




Por Cristián Londoño Proaño


Es un miércoles de mayo de1988. Son las doce y cuarenta y cinco de la mañana. Es la última hora de clase. Miro con insistencia el reloj, esperando que termine la clase. A la una de la tarde suena la campana. Me demoro tres minutos en recoger mis útiles escolares, ponerlos en mi mochila y salir del salón. Tomo el primer bus que aparece en la parada, cruzo los dedos para que se demore máximo una hora. Sé que el programa de televisión empezará a las dos de la tarde. El bus llega en 45 minutos. Me bajo y camino rápidamente. Llego a la casa, prendo el televisor y miro entusiasmado otro episodio de «ALF».


ALF es una comedia norteamericana de Ciencia Ficción. Fue creada por Tom Pratchett y Paul Fusco. Ellos fueron influenciados por Steven Spielberg y su película «E.T». Sabían que Spielberg había logrado insertar en la población norteamericana la idea de que un extraterrestre podía convivir con los humanos y decidieron crear un extraterrestre igual de empático que ET. A esto se sumaba, que en los años ochenta, la situación de la migración en Estados Unidos era un tema fuerte. Los controles en las fronteras eran agresivos. Los pocos migrantes ilegales que lograron pasar la frontera tuvieron que esconderse para poder trabajar. Quizás, esta situación social impactó en la mente de los creadores.



La cadena de televisión NBC produjo la serie. Tom Pratchett, Paul Fusco y Bernie Brillstein eran los productores ejecutivos. Desde el primer episodio de la primera temporada tuvo altos niveles de audiencia. Se produjeron cuatro temporadas. La serie tuvo las actuaciones de Max Wright como Willie Tanner, Anne Schedeen como Kate Tanner, Andrea Elson como Lynn Tanner y Benji Gregory como Brian Tanner. Lastimosamente no se pudo producir la quinta temporada porque la producción tuvo inconvenientes. Primero, cada episodio se producía entre 20 a 25 horas. Segundo, se necesitaba cuatro personas para dar vida al melmalciano. Ambas situaciones encarecieron los costos. Y por último, el ambiente laboral era pésimo.


La serie «ALF» cuenta la historia de un extraterrestre llamado Gordon Shumway, apodado ALF ( Alien Life Form), que choca con su nave espacial en la cochera de la familia Tanner, una clásica familia norteamericana de los años ochenta. Los Tanner lo rescatan. Cuando ALF despierta, hace amistad con los Tanner. Les cuenta que es de Melmac y que su planeta se destruyó. La familia Tanner decide dejar que se quede en su casa. Desde ese momento, cambia la vida de la familia Tanner.



ALF es un extraterrestre que tiene un comportamiento similar a un adolescente rebelde y travieso. Es tierno, cómico, sincero, confianzudo, torpe, irresponsable, obsesivo y ansioso. Prueba de ello, en uno de los episodios su ansia hace que se vuelva un adicto por el algodón. Pero logra revertir su adicción, poniendo consciencia en su problema y apoyándose en la familia Tanner. Lo interesante del personaje es que el arco dramático se cumple a cabalidad. Es un personaje que evoluciona y se supera a sí mismo. Tom Pratchett y Paul Fusco crearon eficazmente un extraterrestre que tiene cualidades humanas, aunque su apariencia sea de otro mundo, cumpliendo una de las cuestiones básicas de la ciencia ficción: personajes extraños y al mismo tiempo, cercanos.




En los episodios de las serie «ALF» se conoce acerca del extraterrestre ALF y se observa su modo particular de enfrentarse a la cotidianidad. En cada una de las situaciones tiene formas peculiares y cómicas de resolverlas. Por ejemplo, tiene la obsesión de comerse a Suertudo, el gato de la familia Tanner, y como no se lo permiten, se contenta con comer comida de gato. Desde mi punto de vista, en la serie ALF subyace la temática de la adopción. Los Tanner adoptan a un extraterrestre que lo cuidan y lo protegen. No es una mascota. Es un miembro más. 



Los guiones de la serie tienen una escritura dispar. En casi todos episodios, los primeros minutos tienen ganchos perfectos. El desarrollo potencia las ocurrencias disparatadas del extraterrestre melmaciano. Pero el desenlace es, a veces, notable y otras ocasiones, facilista, sin respetar el proceso del personaje. 

«ALF» fue una comedia de ciencia ficción que alcanzó un alto grado de audiencia y marcó a una generación. Su principal objetivo fue entretener y lo cumplió. En algunas ocasión sus creadores declararon que lo que buscaban del programa era producir un show y lograron hacerlo. El show de un extraterrestre fuera de serie.

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